A Vannesa Zambrano, una mujer trans de 48 años, le suministraron supuestamente silicona estética. Enseguida se sintió mal, la llevaron al hospital y murió.
La muerte de Vannesa Zambrano, una mujer trans de 48 años, deja un ‘vacío’ en el grupo folclórico Ñuca Trans, fundado por ella en 2007.
Colectivos LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales) lamentaron su partida, ocurrida el pasado viernes 7 de agosto.
Vanessa quiso hacerse unos ‘retoques’ en su cuerpo. Ese día, una persona, aparentemente sin conocimientos profesionales, acudió a su vivienda, en Colinas del Norte, en Quito.
Allí le inyectó supuestamente silicona estética. Pero aquel procedimiento resultó fatal. Pronto la mujer trans, oriunda de Chone, Manabí, empezó a sentirse muy mal. Enseguida la llevaron de emergencia al Hospital Carlos Andrade Marín.
Sin embargo, no pudieron hacer nada para salvarla. Según el parte policial, los agentes acudieron a la casa de salud para realizar el levantamiento del cadáver.
LAS CIRUGÍAS
Geovanni Jaramillo, miembro de la Asociación Bolivarianos Diversos, dijo que no fue irresponsabilidad de la compañera Vanessa no acudir adonde un profesional. Los costos de las cirugías son muy altos.
“Por arreglarse un mentón, tres mil dólares; mientras que ponerse chichis y glúteos cuesta entre los cuatro y cinco mil dólares. Por lo tanto necesitarían unos diez mil dólares, que es muy difícil para ellas obtenerlos, eso las obliga a someterse a una práctica que no es legal”, expresó Jaramillo.
UN LEGADO DE ARTE
La noticia de su muerte se difundió en esta semana por las redes sociales. Causó consternación en agrupaciones activistas, como la Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBTI y Asociación Círculo Crisalys. A esta última perteneció durante varios años.
Sus amigos la recuerdan como una joven muy activa, colaboradora y participativa.
Karla Pillajo, representante de Círculo Crisalys, manifestó que Vanessa impulsó Ñuca Trans, un grupo artístico y cultural. “Algunas compañeras decidieron representar las comparsas y bailes tradicionales de la Sierra, especialmente de las provincias de Pichincha e Imbabura”, señaló.
“Su primera participación fue en el 2007, decidieron dejar a un lado la vestimenta de las plumas y representar luciendo prendas coloridas que pertenecen a nuestra cultura”, comentó Karla.
Es el único grupo de música folclórica conformado por mujeres trans, y varias todavía luchan para no dejarlo morir.
“Con la partida de Vanessa se pierde a una gran integrante y activista, quien por varios años estaba luchando por el bienestar de las mujeres trans”, concluyó Geovanni Jaramillo.
La silicona es el único método para la feminización, por lo tanto pedimos al Gobierno que nos ayude con profesionales, para no realizarlo de manera artesanal”.
KARLA PILLAJO.
Existe el rechazo o el desprecio, cuesta mucho dinero retocarse, por eso los tratamientos o cirugías los realizan clandestinamente”.
GEOVANNI JARAMILLO.

Fuente: Diario Extra, Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBTI